“HERMANOS TODOS”: REACCIONES MUSULMANAS

La encíclica ha sido bien recibida en la Iglesia, pero rechazada o ignorada por los católicos integristas y defendida por la izquierda laica. Desde los sectores conservadores se le pidió al Papa que hable de Dios y deje a un lado la economía y por el otro un cardenal como Carlo Maria Viganó dijo “tener la impresión de que fue escrita por un masón”. Quizás los que más han celebrado y valorado la encíclica, fuera de la Iglesia, hayan sido los musulmanes moderados por haberse inspirado el Papa en el Gran Imán de El Cairo Ahmed al-Tayeb, citado 5 veces en el documento.

Después de  destacar la importancia social de la religión que anima la vida del 80% de la humanidad, dijo el príncipe jordano Hassan Bin Talai, tío del rey Abdullah: “En nuestro tiempo, especialmente en Oriente Medio cuna de las tres grandes religiones abrahamíticas, era necesaria esta nueva carta social para señalar el camino de la solidaridad para todos. La encíclica del Papa está a la altura de esta urgencia vital para los pueblos. Base de las nuevas relaciones sociales ha de ser la hermandad que une a todos los hombres creados por un solo Dios, él que hizo a todos iguales  en derechos, deberes y  dignidad  humana”. Por su parte el juez Mohamed Abdel Salam, ex consejero del Gran Imán de Al-Azhar, dijo: “Es un llamado a la concordia hecho a un mundo que vive en la discordia con argumentos que se basan en razonamientos claros, fundados en la verdad y practicables en la vida real. El Papa nos pone en guardia contra la pérdida del sentido social, contra las ideologías egoístas que se celan detrás de presuntos intereses nacionales, contra cierto tipo de globalización y nuevas formas de colonialismo, contra la injusticia hacia las mujeres y la esclavitud de la que tantas personas son victimas hoy día. Espero que esta encíclica y el documento de Abu Dhabi, que son la expresión conjunta de  las dos más grandes religiones para el futuro, puedan ser la base de un nuevo orden mundial fundado en los derechos humanos y no en el desprecio, la esclavitud y la explotación del hombre”. Frente a la decapitación en Francia de un profesor de historia que mostró a los alumnos las famosas caricaturas de Mahoma, la universidad de Al- Azhar volvió a condenar duramente este y todos los actos criminales, pero también volvió a pedir que se respeten los símbolos religiosos y todas las creencias. Exigió “abstenerse de fomentar el odio ofendiendo a las religiones” y pidió “una legislación mundial que criminalice las ofensas graves a la religión y a sus símbolos religiosos”.