p. LUIGI MACCALLI: DOS AÑOS DE MARTIRIO

El misionero italiano Luigi Maccalli, de 59 años, ha sido liberado el 8 de octubre pasado después de haber estado por dos años en las manos de los milicianos  yihadistas en el desierto del Sahel. Lo habían secuestrado en el Níger donde vivía y trabajaba el 17 de septiembre de 2018 y no se había sabido más nada de él.

Ya vuelto a Italia, en una entrevista a Agencia Fides contó cómo vivió: “Estuve dos años sin poder celebrar misa, sin que se me permitiera tener una Biblia. Todos los días y en especial los domingos decía: “este es mi cuerpo ofrecido, pan partido para el mundo y para África. Señor, no tengo otra ofrenda que mi vida”. Mis únicas oraciones durante el día eran las que me enseñó mi madre y el rosario que me enseñó mi abuela como oración contemplativa. Me había hecho un rosario casero con una soga. Siempre me sentí misionero aún con la cadena a los pies, rememorando las comunidades cristianas que atendía, mis colaboradores y tantas personas que llevaba en el corazón. Mi cuerpo era prisionero de las dunas del desierto pero mi espíritu viajaba y repetía los nombres de mis catequistas, de tanta gente conocida, especialmente de los niños más desnutridos y enfermos de los cuales me ocupaba en la misión. El gran activismo que caracterizaba mis días, ahora era tan solo recuerdo y oración. Pero sabía que la misión continúa porque está en las manos de Dios y me impresiona saber cuántos han rezado por mi”. Preguntado de cómo lo trataron: “Sentía que me respetaban, quizás por mi larga barba blanca, como anciano. Querían convertirme al Islam y me amenazaban el infierno. No tengo rencor contra mis captores y carceleros. He orado por ellos y lo sigo haciendo. Siento tristeza por esos jóvenes adoctrinados todo el día por una falsa propaganda. Antes de despedirme del hombre que dirigía mi prisión le dije. “¡Que Dios nos conceda un día comprender que todos somos hermanos!”. Maccalli fue liberado  con otros rehenes por la presión internacional y debido a que el nuevo gobierno del Mali de donde provenían los secuestradores, excarceló a su vez a 200 yihadistas. Se espera ahora la liberación de la Hermana Gloria Cecilia Narvaez, colombiana, que trabajaba en un centro de salud del Mali y fue secuestrada hace tres años por los islamistas.