MÉXICO: VUELVE LA POLÉMICA DE LA CONQUISTA

En ocasión de los 700 años de la fundación de la Ciudad de Mexico-Tenochtitlan, de los 200 años de la independencia y de los 500 años de la “invasión española” que se celebrarán el año próximo, el presidente de México Andrés Manuel Lopez Obrador ha pedido al Papa y a la monarquía española que se unan al estado mexicano “para ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron las más oprobiosas atrocidades por saquear sus bienes y tierras, cometidas en su contra desde 1521 hasta un pasado reciente”.

Mientras tanto en la Ciudad de México se retiraba la estatua de Cristóbal Colombo ante protestas ciudadanas que querían derribar el monumento el 12 de octubre pasado. El Vaticano, frente a un pedido similar del año pasado, había contestado que “el Papa ya se ha expresado con claridad sobre esta cuestión”. El obispo de Cuernavaca Ramón Castro le contestó al presidente que los tres últimos Papas ya habían pedido perdón a los pueblos originarios por ciertas actuaciones reprobables de la Iglesia (Juan Pablo II en la República Dominicana y Benedicto en Brasil), pero destacando también la actuación de muchos obispos y sacerdotes en su defensa. El papa Francisco pidió perdón tres veces: en Perú, Bolivia y en Chiapas (México). Por su parte el presidente de la Conferencia Episcopal Rogelio Cabrera dijo que “la Iglesia mexicana está dispuesta en ocasión de los festejos del 27 de septiembre de 2021, a pedir perdón a los pueblos originarios y desde luego lo tenemos que hacer todas las instituciones y el mismo gobierno. Pero también tenemos que trazarnos una ruta para el futuro en favor de estos pueblos, ya que hasta el día de hoy sigue habiendo mucha discriminación en sus derechos”. Lopez Obrador ha pedido también al Papa reivindicar las figuras de los dos sacerdotes patriotas y próceres de la independencia Miguel Hidalgo y José Morelos que “fueron excomulgados antes de ser fusilados”. La arquidiócesis de Ciudad de México aclaró que los dos sacerdotes no murieron excomulgados; la excomunión, que no era por adherirse al movimiento independista, fue automáticamente anulada porque se confesaron antes de ser fusilados; por lo tanto permanecieron en el seno de la Iglesia. Sus restos recibieron los máximos honores por parte de la Iglesia y fueron depositados en un cementerio cristiano; Hidalgo está enterrado hoy en la catedral primada.