Los obispos norteamericanos se declararon “desilusionados” frente a la decisión del presidente Trump de limitar a 15 mil los refugiados que serán admitidos en Estados Unidos el año próximo. “Es un número insuficiente y penoso para las necesidades que hay y por las posibilidades y riqueza de Estados Unidos. También esto de abrir a los inmigrantes es defender la vida humana”. La media anterior era de 95 mil refugiados por año; el año pasado fue de 18 mil.

Tras la decisión del presidente de aplazar la ampliación de la ayuda social durante la pandemia hasta después de las elecciones, la Conferencia de Obispos instó a Trump a “reconsiderar la decisión a la luz  de las graves necesidades de asistencia inmediata que tiene la población por la pandemia. Millones de estadounidenses necesitan ayuda urgente para conseguir suficiente comida, pagar el alquiler, encontrar trabajo, obtener asistencia médica y acceder a la escuela. Es a partir del mes de abril que imploramos a los legisladores que respondan a estas urgencias”. Trump dijo que “no hay que tenerle miedo al virus” y afirmó falsamente que “no era peor que la gripe”; se presentó a sí mismo como un héroe que venció al virus. Ignoró el costo humano y social de la pandemia y ni habló de ella en su discurso en la Convención Republicana. Mientras tanto su país es el más contagiado y con más muertos por la pandemia en el mundo  y cientos de miles de trabajadores se encuentran al borde de la desesperación, mientras la riqueza de los multimillonarios se ha acrecentado un 25%. Más de 150 teólogos, activistas y dirigentes católicos firmaron una carta abierta instando a los votantes católicos a no apoyar a Trump porque “se burla de los valores fundamentales de la enseñanza social católica”.