
La prensa le preguntó al arzobispo Paul Richard Gallagher, canciller del Vaticano, en ocasión de un Simposio celebrado en la embajada de Estados Unidos en el Vaticano sobre libertad religiosa, si esa iniciativa unilateral no era para instrumentalizar al Papa, y él contestó que sí…
Gallagher añadió: “es uno de los motivos por el cual el Papa no se encontrará con el secretario de Estado. Cuando se prepara una visita de alto nivel, se negocia la agenda antes en privado según la diplomacia normal para dar la posibilidad a ambas partes de definir los contenidos y formas del encuentro o del simposio, y no actuando unilateralmente con hechos consumados”. Por su parte dijo el cardenal Parolin: “Usar este tema para una campaña preelectoral no es oportuno. Si se quiere conseguir la simpatía de los electores, no es la forma más adecuada porque esta cuestión de los Acuerdos con China no tiene nada que ver con los votantes de Estados Unidos”.
La dura respuesta de ambos cardenales llegó después de que Pompeo dijera en el Simposio: “Pido a los líderes de la fe que tengan el coraje de denunciar la persecución religiosa en China en contra de sus propias comunidades y de las de las demás religiones”. Dijo que “en ningún lugar la libertad religiosa es atacada más que en China”, pero habló también de las persecuciones religiosas en Corea del Norte, Cuba, Nicaragua.. Invitó a tener más coraje citando a los mártires como el p. Bernhard Lichtenberg, ya beatificado, que se opuso a Hitler, a ser audaces porque tendremos que dar cuenta a Dios. Citó cinco veces al papa Juan Pablo II en su lucha contra el comunismo, poniéndolo como ejemplo. Gallagher le recordó a Pompeo que también en los países de democracia avanzada la colonización ideológica y la imposición de supuestos “nuevos derechos” atentan a la dignidad y libertad humana. El cardenal Gallagher tuvo muy pocos minutos para hablar y también cuando habló Parolin, ya Pompeo se había ido. Aclaró el secretario de Estado: “Somos los primeros en defender la libertad religiosa. El problema es cómo lograrla. La libertad religiosa es el objetivo principal de la diplomacia vaticana, además de promover la paz. El Acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos ayudará a mejorar la libertad religiosa. Nosotros seguimos la política de los pequeños pasos y del diálogo. Cualquier paso en adelante es en vista de una mayor libertad religiosa”. Como resultado del choque entre Estados Unidos y el Vaticano, cada cual mantuvo sus posiciones. El Acuerdo con el gobierno chino que se renovará el próximo 22 de octubre, seguirá siendo provisorio por otros dos años y no se conocerán sus contenidos hasta que sea provisorio. Comentario del diario católico: “L´Avvenire”: “Hay que volver atrás en la historia al tiempo en que los emperadores, con arrogancia, mandaban a los papas y a los obispos. Pensábamos que eran cosas del pasado”.
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