ITALIA: APUÑALAN A UN CURA

Padre Roberto: en su aviso fúnebre, su familia pidió: «No traigan flores, den continuidad a su obra de ayuda a los últimos»

Se llamaba Roberto Malgesini -de 51 años- y trabajaba con los inmigrantes en la periferia de la ciudad de Como. Fue apuñalado por la espalda y a muerte por un inmigrante tunesino, enfermo mental, que él había ayudado en diversas ocasiones. Estaba empezando el recorrido diario con su “Panda” para repartir el desayuno-almuerzo en la ciudad, a los que vivían en la calle, sin techo.

Era un cura de la calle que sin bombo ni platillo se las ingeniaba con un grupo de voluntarios para recorrer por la noche hoteles, restaurantes y bares y juntar la comida del día que sobraba, para «sus pobres» el día siguiente. Daba hospitalidad en la parroquia a mucha gente; atendía también a prófugos y presos. Su lema era: “servir al Señor en los últimos”, que en el Reino de Dios son los primeros. El cura acompañaba personalmente a los inmigrantes al médico o al abogado. La ciudad de Como es ciudad de fronteras para los migrantes que viajan hacia Suiza; pero a la vez se encuentra en las entrañas de una zona dominada por la “Lega” de Matteo Salvini. Este líder político que lucha contra los inmigrantes hizo este comentario: “El hecho de que un sacerdote fue apuñalado por un inmigrante que debiera haber sido expulsado, es algo que debería hacer que todos pidan venganza”. Por el contrario el papa Francisco dijo: “Doy gloria a Dios por el testimonio, por el martirio de este testigo de la caridad con los más pobres”; y agradeció a todos los que luchan a favor de estos hermanos descartados. El cardenal Konrad Krajewski fue el enviado del Papa a la misa de sufragio el 19 de septiembre, frente a una imponente multitud. Krajewski, después de la misa, envió un rosario al asesino en la cárcel y les besó las manos a los padres del sacerdote asesinado.