CHINA-VATICANO: EL ACUERDO SOBRE LOS OBISPOS

Católicos chinos: cada año celebran cien mil bautismos.

El 22 de septiembre de 2018 el Vaticano firmó un Acuerdo Provisorio de tipo religioso, no diplomático ni político, sobre el nombramiento de obispos en China comunista. Se quiere lograr una designación consensuada de los obispos por parte del Vaticano y también del gobierno chino.

El Vaticano quiere superar la división dentro de la Iglesia Católica entre Iglesia Patriótica e Iglesia Clandestina y unir a toda la Iglesia, con el reconocimiento papal de todos los obispos, detrás de la guía del Papa. El gobierno chino está interesado en mejorar su prestigio y rol internacional y en que no exista ya una Iglesia clandestina que escape al control político del partido. Antes el gobierno chino nombraba obispos sin el reconocimiento del Papa y el Papa nombraba obispos sin el reconocimiento del gobierno. Para llegar al actual acuerdo, que es provisorio y todavía secreto, el Papa reconoció y validó a siete obispos que no habían sido designados por él. En octubre próximo el Acuerdo que se mantuvo hasta ahora, tendría que renovarse. Hay que cubrir todavía unas cuarenta diócesis. El cardenal Pietro Parolin se ha declarado dispuesto a renovar el Acuerdo “para normalizar la vida de la Iglesia en China tanto como sea posible y para que mantenga su relación filial con el Papa”. También según el Ministerio de Exteriores de China “el Acuerdo ha sido implementado con éxito y se seguirá manteniendo una estrecha comunicación y consulta para así mejorar las relaciones bilaterales”. La firma del Acuerdo provisional hace dos años, puso fin a 60 años de desencuentros e implícitamente se llegó al reconocimiento por parte de Pekín, del Papa como jefe religioso único de la Iglesia Católica. Este Acuerdo histórico y su renovación por los menos por dos años, encuentra sin embargo fuertes disidencias también en la Iglesia porque siguen las persecuciones en China, la destrucción de símbolos y templos religiosos, el control estricto del partido, las violaciones a los Derechos Humanos… Sin embargo se vislumbra desde hace años en general un clima distinto en el tema religioso. El comunismo admite que la dimensión religiosa persiste en China y no ha podido doblegarla; por eso busca pilotearla a través de la “cinización”, la nueva consigna. De hecho el Cristianismo, sobre todo protestante, crece con rapidez; los evangélicos son unos 38 millones. Los católicos se calculan de 10 a 12 millones y cada año celebran cien mil bautismos. Hay que añadir además 23 millones de musulmanes. El gobierno calcula en unos 200 millones los miembros de las distintas religiones, desde las tradicionales locales hasta las importadas; pero la realidad supera los números oficiales. En una solicitada titulada: “Los católicos de China y el testimonio moral de la Iglesia”, el secretario de estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, se opone frontalmente al Vaticano por los acuerdos con China, saliéndose así de su competencia tratándose de un tema religioso. Afirma: “Ahora más que nunca el pueblo chino necesita el testimonio moral y la autoridad del Vaticano en apoyo a los creyentes religiosos perseguidos en China. Si renovara el acuerdo, arriesgaría su autoridad moral”.