ARGENTINA: EL PAPA Y LA VICEINTENDENTA

El papa Francisco telefoneó a Luisa Ana Cerutti, mamá de la viceintendenta de Villa Mercedes (San Luis), que había sido ofendida por las palabras de un párroco. Su hija Verónica Bailone, de 37 años, había fallecido tras meses de padecer un cáncer al pulmón. El cura, Juan Maria Casamayor, había celebrado su muerte porque ella estaba a favor del derecho al aborto.

Había dicho textualmente: “Estaba a favor del aborto y Dios le ha concedido la gracia; le abortó la vida”. La frase del cura, digna de la Santa Inquisición, había recibido un repudio general por lo que él  tuvo que salir a pedir públicamente disculpas a la familia de Verónica. Después de pedir disculpas añadía otras palabras muy pesadas: “Espero que Verónica haya alcanzado a arrepentirse sinceramente de haber apoyado el infanticidio prenatal y que haya muerto en gracia de Dios”. Totalmente distinta de esta postura condenatoria fue la actitud del papa Francisco que le pidió perdón a la mamá de Verónica por las palabras del cura y le dijo que rezaba por ella y su familia. Luisa Cerutti declaró: “Me dijo que estaba enterado de la muerte de Verónica, que era una mujer joven con un hijo de dos años y que rezaba por ella y por nosotros para que tuviéramos fortaleza en superar este momento. Sabía que el obispo monseñor Barba me había pedido disculpas por los dichos del cura y que se alegraba por hablar conmigo. Las palabras del Papa me emocionaron; fueron un bálsamo tan grande para mí que las recordaré por toda mi vida”.