Queridos hermanos:
El 1 de septiembre se celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación.
Este día de oración fue establecido por el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Dimitrios I en 1989, fue tomado por otras grandes Iglesias Europeas Cristianas en 2001 y por el Papa Francisco, para la Iglesia Católica en 2015.
Debemos reconocer que no hemos sabido custodiar la creación con responsabilidad. La situación ambiental, tanto a nivel global como en muchos lugares concretos, no se puede considerar satisfactoria. Con justa razón ha surgido la necesidad de una renovada y sana relación entre la humanidad y la creación, la convicción de que solo una visión auténtica e integral del hombre nos permitirá asumir mejor el cuidado de nuestro planeta en beneficio de la generación actual y futura, porque «no hay ecología sin una adecuada antropología» (LS, 118).
Como cristianos, debemos contribuir a resolver la crisis ecológica que la humanidad está experimentando actualmente. Para hacer esto, primero debemos redescubrir en nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones más profundas de nuestra preocupación por el cuidado de la creación. Siempre hay que tener en cuenta que, para los creyentes en Jesucristo, el Verbo de Dios se hizo hombre por nosotros, «la vida del espíritu no está disociada del cuerpo o de la naturaleza o de las realidades mundanas, pero vivimos en y con ellos, en comunión con todo lo que nos rodea» (LS,216). La crisis espiritual: los cristianos están llamados a «una conversión ecológica mediante el cual los efectos de su encuentro con Jesucristo se hacen evidentes en su relación con el mundo que les rodea» (LS, 217). Para «vivir nuestra vocación de ser protectores de la obra de Dios es esencial para una
vida de virtud; no es una opción o un aspecto secundario de nuestra experiencia cristiana»(LS,217). 1
Este es el tiempo para habituarnos de nuevo a rezar inmersos en la naturaleza, donde la gratitud a Dios creador surge de manera espontánea. San Buenaventura, cantor de la sabiduría franciscana decía que la creación es el primer libro que Dios abrió ante nuestros ojos, de modo que al admirar su variedad ordenada y hermosa fuéramos transportados a amar y alabar al Creador 2. En este libro, cada criatura se nos ha dado como una Palabra de Dios 3.
En el silencio y la oración podemos escuchar la voz sinfónica de la creación, que nos insta a salir de nuestras cerrazones autorreferenciales para redescubrirnos envueltos en la ternura del Padre y regocijarnos al compartir los dones recibidos. En este sentido, podemos decir que la creación, red de la vida, lugar de encuentro con el Señor y entre nosotros, es «la red social de Dios»4, que nos lleva a elevar una canción de alabanza cósmica al Creador, como enseña la Escritura: «Cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos» (Dn 3,76).
Este es el tiempo para reflexionar sobre nuestro estilo de vida y sobre cómo nuestra elección diaria en términos de alimentos, consumo, desplazamientos, uso del agua, de la energía y de tantos bienes materiales a menudo son imprudentes y perjudiciales. Nos estamos apoderando demasiado de la creación. ¡Elijamos cambiar, adoptar estilos de vida más sencillos y respetuosos! Es hora de abandonar la dependencia de los combustibles fósiles y emprender, de manera rápida y decisiva, transiciones hacia formas de energía limpia y economía sostenible y circular.
Este es el tiempo para emprender acciones proféticas. Muchos jóvenes están alzando la voz en todo el mundo, pidiendo decisiones valientes. Están decepcionados por tantas promesas incumplidas, por compromisos asumidos y descuidados por intereses y conveniencias partidistas. Los jóvenes nos recuerdan que la Tierra no es un bien para estropear, sino un legado que transmitir; esperar el mañana no es un hermoso sentimiento, sino una tarea que requiere acciones concretas hoy. A ellos debemos responder con la verdad, no con palabras vacías; hechos, no ilusiones .
Por todo esto y como «todo está interligado» quienes formamos parte del Capítulo Uruguay del Movimiento Católico Mundial por el Clima queremos extender la invitación a unirse a la oración interreligiosa que se realizará a nivel latinoamericano el 1ro. de setiembre a las 20 hora local, a través del link:
https://zoom.us/j/97210440744
1 Francisco 6/8/2015
2 cf. Breviloquium, II,5.11
3 cf. Commentarius in librum Ecclesiastes, I,2
4 Papa Francisco – Audiencia con guías y scouts de Europa, 3 agosto 2019
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