EXTRACTIVISMO: AMBIENTALISTAS MASACRADOS

El extractivismo es un sistema económico capitalista basado en la extracción a bajo costo y en gran escala de recursos naturales para la exportación. No crea riqueza en los territorios involucrados, sino todo lo contrario. Según Eduardo Gudynas del CLAES de Montevideo: “Los efectos sociales y ambientales de los extractivismos son demoledores. No queda nada allí; la destrucción ecológica es total y se desplazan comunidades violando derechos humanos con niveles crecientes de violencia”. El país más extractivista en América Latina es Brasil, que ha encontrado una fuerte oposición de la Iglesia y de los organismos de derechos humanos. Se concentra en los sectores de la minería, agroindustria, represas, explotación forestal. Se trata de intereses multimillonarios y multinacionales que despojan la naturaleza y devastan las comunidades locales, las que de ella deberían sacar su sustento. Los activistas que se oponen a estas injusticias son eliminados. Según el informe de Global Witness, el año pasado hubo 212 ambientalistas asesinados a nivel mundial; un activista cada día y medio, cuatro por semana. América Latina está a la cabeza (el 66%) seguido por Filipinas. El sector extractivista más peligroso es el minero. Más de la mitad de las víctimas se concentran en Colombia (64 asesinados) y Filipinas(43 eliminados).