BÉLGICA: LA PANDEMIA Y LAS MISAS

Templo en Bélgica acondicionado para recibir refugiados.

Los obispos de Bélgica esperaban una flexibilización de la pandemia para que el pueblo cristiano pudiera participar de la Eucaristía, pero frente a los nuevos rebrotes del virus, asumieron como todos los ciudadanos la disciplina dictada por el gobierno. Según los obispos “la preocupación por la salud tiene prioridad, conscientes de que la crisis del COVID-19 está lejos de haberse agotado”. El obispo de Tournay y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Guy Harpigny ha declarado: “No son los líderes del culto que deciden en materia de salud pública. Un obispo que no respeta las directivas del gobierno en materia de salud, al permitir a los sacerdotes celebrar la misa como antes de la pandemia, va más allá de sus prerrogativas; inclusive se arriesga a ser considerado responsable de la muerte de personas infectadas por el virus durante esas liturgias prohibidas. El mismo Papa ha respetado de manera muy estricta las medidas sanitarias”. Según los expertos científicos más reconocidos, el actual boom del virus en Estados Unidos se debe a que se reabrió demasiado pronto.