La trata de personas o tráfico de personas es el movimiento ilegal de seres humanos con propósitos de esclavitud laboral, explotación sexual, trabajos forzosos, extracción de órganos. Es la tercera forma de tráfico ilegal después del tráfico de drogas y de armas; genera tres mil millones de dólares anuales.

Son 40 millones en el mundo los hombres, mujeres y niños víctimas del trabajo forzoso, la prostitución, el tráfico de órganos. Un tercio de ellos son menores; el 71% son mujeres y niños. Dos son los frentes principales: el trabajo forzoso (21 millones de víctimas) y la explotación sexual, también online, sobre todo de mujeres y niños. También es muy grande la violencia doméstica y la que se ejerce contra los extranjeros sin documentos, los indígenas, las minorías étnicas. Según “Save The Children” diez millones de menores de 18 años  sufren explotación sexual. De manera global una de cada cinco víctimas son niños; las mujeres son los dos tercios de las víctimas. En el marco del Día Mundial contra la trata (30 de julio) el Papa pidió la “erradicación total de la dramática y persistente mercantilización de personas en múltiples formas, la que vulnera la dignidad de los más débiles”.