COLOMBIA: POLÉMICA EN LA IGLESIA

El arzobispo Monsalve, amenazado.

El obispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, expresó fuertes críticas contra el gobierno de Iván Duque por llevar a cabo “una venganza genocida” contra el gobierno anterior, los Acuerdos de Paz y los ex combatientes; de haber además interrumpido los diálogos con el ELN. El obispo se refería al fracaso de los Acuerdos de Paz y a la ideología del ex presidente Álvaro Uribe contrario a los Acuerdos, la que sigue presente en el actual gobierno.

Denunciaba Monsalve, hablando de genocidio, el hecho de más de 46O líderes sociales y de 167 líderes indígenas asesinados desde los Acuerdos de Paz, además de 216 ex combatientes firmantes de los Acuerdos también asesinados. El nuncio apostólico Luis Montemayor que asumió hace dos años, dijo que “esa calificación de “venganza genocida” no corresponde a la visión que tiene la Santa Sede  de la realidad”. La Conferencia Episcopal apoyó al nuncio. Monsalve, que hace 44 años que trabaja por la paz y la reconciliación en Colombia, dijo respetar la opinión del nuncio, pero añadió que la Iglesia local “no pude guardar silencio frente a la situación del país y a la impunidad de los grupos paramilitares”. El obispo recibió el apoyo de 500 organizaciones étnicas, sociales y eclesiales de todo el país. Todos claman por el no cumplimiento de parte del gobierno de los Acuerdos de Paz: por la falta de reforma agraria, sustitución de cultivos ilícitos, desmonte del paramilitarismo, reincorporación integral de las FARC, protección de las comunidades… Para el jesuita colombiano Javier Giraldo del CINEP( Centro de Investigación y Educación Popular) de los jesuitas, “Monsalve es un constructor de paz, comprometido con los grupos más vulnerables del Pacífico, defensor de los derechos humanos e impulsor de acuerdos humanitarios regionales. El nuncio ha tomado sus palabras demasiado literalmente. La palabra “genocidio” es acorde con acciones que buscan destruir un grupo humano con identidad propia como son los líderes sociales en distintas regiones del país. Más allá de criticar lo que Monsalve  ha planteado, hay que tomar en serio sus denuncias para corregir la situación humanitaria en la región”. Desde el Vaticano el secretario general del dicasterio del Desarrollo Humano Integral Bruno Duffé se solidarizó con Monsalve: “La palabra de un obispo cercano a su pueblo merece consideración y respeto. Quienes cuidan de la vida y de la tierra merecen respeto”.