PERÚ: FUNERAL CON FOTOS

La catedral de Lima en la fiesta de Corpus Christi revistió sus bancos con fotos de 5.000 fallecidos por coronavirus en Perú. La misa fue celebrada a puertas cerradas por el arzobispo Carlos Castillo y la homilía transmitida por televisión nacional. Castillo pidió acatamiento a las disposiciones sanitarias, advirtiendo que vendrían “tiempos aún más duros” aludiendo al desempleo en el que han caído miles de personas después de tantas semanas de confinamiento y al hambre como consecuencia, en un país con el 70% de economía informal.

Criticó además “un sistema de salud que está basado en el negocio y no en la dignidad y la solidaridad”. Las fotos enviadas por los familiares cubrían también las grandes columnas y muros del templo. Fue un tributo religioso que se rindió a los más de 6.500 muertos en el país por el COVID-19. Perú es el segundo país en Latinoamérica y el octavo en el mundo por contagiados. La despedida colectiva y simbólica en la catedral se debe a que Perú está pasando un momento muy difícil. A pesar de haber sido uno de los primeros en el continente en decretar la cuarentena general y obligatoria cuando todavía se registraban 71 casos, ha terminado siendo uno de los epicentros mundiales de la epidemia. Hay hasta ahora entre 4 mil y 5 mil nuevos contagios por día. Los hospitales están abrumados y la gente huye de las ciudades. La desigualdad social y la corrupción han obstaculizado una respuesta eficaz a la pandemia. En Lima hay grandes aglomeraciones de vendedores ambulantes y miles de comerciantes que siguen trabajando, a pesar de la cuarentena (que se ha prorrogado ya cinco veces).