VATICANO: AVANZAR EN EL ECUMENISMO

A Los 25 años de la encíclica “Ut unum sint” (= “que sean una cosa sola”, Jn 17,21) de Juan Pablo II, el papa Francisco escribió una carta al cardenal Kurt Koch, presidente del  Pontificio Consejo por la Unidad de los Cristianos. En esa carta el Papa dice “compartir la sana impaciencia de los que piensan que podríamos y deberíamos esforzarnos más” en el camino de la unidad.

El Papa exhorta a trabajar más por la unidad de los cristianos, ya que la pastoral ecuménica no ha llegado a las bases. No es cuestión únicamente de expertos o de diálogo teológico. Hoy la oración, la lectura bíblica y el servicio a los pobres deberían darse en común con los demás cristianos. Sin embargo el Papa reconoce que “se han dado muchos pasos en estas décadas  para sanar heridas seculares y milenarias: ha crecido el conocimiento y la estima mutua, se han superado prejuicios arraigados, se ha desarrollado el diálogo teológico y el de la caridad, así como la colaboración en el ámbito pastoral y cultural”.

Francisco recuerda que “la legítima diversidad no se opone de ningún modo a la unidad de la Iglesia. Los cristianos no católicos son nuestros compañeros de viaje (no ya “hermanos separados”). Jesús Resucitado camina a nuestro lado y nos explica las Escrituras y a reconocerlo en la fracción del pan, a la espera de compartir juntos la mesa eucarística. La unidad no vendrá como un milagro al final del camino; la unidad viene en el camino y la construye el Espíritu Santo mientras caminamos”. En la encíclica “Sint Unum” Juan Pablo dijo que era necesario también “renovar la forma de expresar el ejercicio del primado papal, sin renunciar a nada de lo esencial para su misión que es un servicio de amor reconocido por unos y por otros”. Francisco lo está haciendo, abriendo rendijas, empezando procesos de cambio. Por eso en su carta invita a “escudriñar el horizonte” y pregunta: ¿Cuánto camino nos espera todavía?. Termina diciendo: ”La unidad no es principalmente el resultado de nuestra acción sino que es un don del Espíritu Santo, al que hay que invocar para que cada uno escuche el llamado a trabajar en la causa ecuménica con gestos proféticos y caridad fraterna”. Justamente para eso en el hemisferio sur, la Semana después de Pentecostés se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos impulsada por la iglesia Católica y el Consejo Mundial de Iglesias con  el lema: “Nos trataron amablemente” (He 28,2) en referencia a la amable acogida que Pablo y los demás recibieron en la isla de Malta después del naufragio y cómo deben ser las relaciones entre cristianos.