ARABIA SAUDÍ: NO A LA FLAGELACIÓN

A pesar de algunos cambios cosméticos traídos por el príncipe heredero Mohamed bin Salman, todo sigue igual en Arabia Saudí. Todavía se sigue con la pena de muerte. El año pasado el régimen ejecutó a 37 personas por “delitos políticos”, incluyendo a menores de edad. En los últimos cinco años han sido ejecutadas 800 personas. Es uno de los países donde más se aplica la pena de muerte, aún por delitos de droga. La Justicia del país se basa, por medio de tribunales especiales, en confesiones obtenidas bajo tortura. Como una señal positiva, el Tribunal Supremo recientemente ha eliminado la pena de la flagelación, que es un castigo previsto por la Sharia, la ley islámica vigente en el país y que hasta ahora ha sido aplicada de forma radical. Según esta ley a los ladrones hay que cortarles las manos, los asesinos y mujeres adulteras han de ser apedreados hasta morir. En Arabia está prohibida toda práctica religiosa que no sea el Islam; para eso hay una “policía religiosa” que patrulla las calles y quien tiene una Biblia puede ir preso.