VATICANO: ATAQUES A FRANCISCO

Madrid, 2020.

El reciente llamado del papa Francisco a que las personas empobrecidas durante la pandemia reciban una ayuda económica y que todos los obreros y trabajadores obtengan un sueldo para vivir con dignidad junto a sus familias, ha suscitado numerosas críticas. Lo mismo había sucedido con sus declaraciones a favor de los inmigrantes o del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

Según Ateleia, el teólogo y escritor Giulio Albanese comenta que “los católicos ultraconservadores que critican al Papa son católicos del Antiguo Testamento porque por un lado promueven el culto religioso y por el otro se olvidan de los problemas de la gente, como en una especie de esquizofrenia: por un lado la religión y la misa y por el otro la vida de todos los días. Todo esto recuerda las denuncias de Jesús contra los Fariseos. Por eso los enemigos de Francisco le piden que se ocupe de temas doctrinales y cultuales, que no hable de economía que mata, que abandone la obsesión por los pobres, el apoyo a los movimientos populares y a los pueblos originarios. Francisco sin embargo no es pauperista; defiende a los pobres no para perpetuar la miseria sino para sacarlos de ella y ve en ellos la “carne de Cristo” sufriente. Actualmente hay una riqueza inmensa en mano de unos pocos. Los 2.153 multimillonarios que hay en el mundo poseen más riqueza que 4.600 millones de personas (el 60% de la población mundial) según revela OXFAM en un informe publicado el 20 de enero pasado. La causa de la miseria de tantas personas es la falta de justicia y porque no se sabe compartir; esta es la verdadera solidaridad”.