
El periódico quincenal católico “National Catholic Reporter” criticó al arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, por su acercamiento a Trump y a los republicanos. Titulado: “Dolan entrega la Iglesia a Trump”, el editorial escribe que “sin un gemido de ninguno de sus colegas obispos, el cardenal arzobispo ha unido la Iglesia Católica al partido republicano y en sus contactos amistosos con el presidente él y otros obispos fueron magistralmente manipulados por Trump que busca conseguir votos de cara a las elecciones de noviembre…
La Iglesia se acurruca cobardemente a los pies de un presidente cuyo atributo más consistente es una propensión incontrolable a mentir continuamente y sobre cualquier cosa. Dolan pone de manifiesto su connivencia con un gobierno que se define por características que normalmente se condenan desde los pulpitos. El gobierno y la Iglesia acuerdan sobre la condena del aborto, pero le falta a la Iglesia la capacidad de reaccionar tan solo relativamente cuando se trata del horrible abuso de menores. El apoyo acrítico a la política de Trump puede que le aporte beneficios; puede que incluso la Iglesia consiga el dinero federal que necesita desesperadamente para extender la vida de las escuelas católicas. Pero todo esto se habría comprado a expensas de una amplia gama de otros asuntos de la vida y la justicia, a cambio de haber sido vendida a precio de saldo a los estafadores políticos. Se habría logrado esto de común acuerdo con un presidente cuya principal forma de actuar es la de un matón sin preocupación por el bien común”. El 25 de abril Trump mantuvo un encuentro telefónico con más de 600 líderes y educadores católicos del país en el cual se comprometió a apoyar las escuelas católicas en este tiempo de pandemia. También dijo, a pesar de su política antiinmigratoria, nacionalista y racista que, por su defensa de la vida, la libertad y la enseñanza religiosa, se autodefinía como “el mejor presidente en la historia de la Iglesia Católica”. El día siguiente Trump y su señora asistieron sorpresivamente y de manera virtual a la misa online del cardenal Dolan en la catedral de san Patricio. Posteriormente más de mil activistas católicos firmaron una carta pública a Dolan donde denunciaban que “los líderes católicos se han alineado con un presidente que destroza familias de inmigrantes, niega el cambio climático, aviva la división racial y apoya las políticas económicas que perjudican a los pobres. Su lucha contra el aborto se contradice con su costumbre de usar la crueldad como arma política, la demagogia y el desprecio para cualquiera que desafíe su imprudente agenda, y se burla de los valores cristianos en sus palabras y políticas”. Como respuesta Dolan defendió su “sagrada empresa de acompañamiento de los líderes políticos para mejorar la sociedad”. Y añadió: “Se deben hacer los ñoquis con la pasta que se tiene”.
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