Con motivo del viernes santo, el arzobispo de París Miguel Aupetit abrió la catedral de Notre Dame y desde allí transmitió un mensaje de esperanza, retransmitido por televisión a todo el mundo. Solo siete personas pudieron entrar, todos ellos pertrechados con trajes especiales y cascos de protección. Se leyeron textos de Paul Claudel, Madre Teresa y Charles Peguy. La actriz y cantante Judith Chemla interpretó el Ave Maria de Schubert que resonó en la basílica vacía conmoviendo a toda Francia. La catedral quedará cerrada al público hasta que no se terminen los trabajos de reconstrucción.