Los judíos ultraortodoxos se han rehusado a cumplir con las normas del gobierno contra la pandemia y en los barrios donde ellos residen las escuelas dedicadas al estudio de la Torah (los primeros cinco libros de la Biblia) permanecen abiertas porque “la Torah nos protege y salva”; y eso los exime de cualquier confinamiento. Sin embargo el ministro de la Salud Yaakov Litzman, que es un tradicionalista ultraortodoxo, también quedó infectado; frente a la epidemia invocó la llegada del Mesías porque él lo arreglará todo.