Los curas villeros de la zona metropolitana, acompañados por el obispo villero Gustavo Carrara, se encontraron con el presidente Alberto Fernandez, preocupados por las consecuencias de la cuarentena en los numerosos y extendidos asentamientos de la ciudad de Buenos Aires y cono urbano. Declaró el p.Pepe Di Paola: “Le dijimos que la paz social tiene mucho que ver con la ayuda alimentaria y económica que se brinde a los más pobres. Los pobladores de la villa viven en general de la changa diaria. Habiendo muchas veces hambruna en esos barrios, la gente sigue saliendo a trabajar por más que se exponga ella misma y exponga a otros”.
El sacerdote Nicolás Angelotti de la Matanza añadió: “En nuestros barrios si no se resuelve el tema social, no podemos encarar el tema de la salud en estas circunstancias”. Por su parte los curas villeros están recibiendo cantidad de abuelos en espacios comunitarios con la colocación de camas, que arman como hospitales de campaña. Su lema para los pobladores es: “Quédate en tu casa, quédate en tu barrio”. No hay misas en las capillas, pero funcionan los comedores donde se entregan viandas y bolsas de alimentos; hay además muchas otras actividades. En San Miguel, periferia de Buenos Aires, el Colegio Máximo de los jesuitas y del cual Bergoglio fue director, ofreció el alojamiento de 185 pacientes no graves y que deben estar internados. La institución asistirá con personal de mantenimiento, cocina y servicios domésticos.
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