
No hay respiradores e insumos para combatir el virus, pero las industrias de la guerra siguen funcionando, por “esenciales”. El costo de un avión militar F-35 es de 150 millones de euros; tan solo el casco de un piloto cuesta 400 mil euros. Para estas armas Italia gasta cinco mil millones de euros anuales. Hay en Italia 231 empresas productoras de armas y municiones. Frente a esta situación de epidemia, han protestado muchas ong como Banca Ética, Focolares, Pax Christi. El comunicado de Pax Christi se titula: “Se paraliza la economía civil, pero sigue la incivil”.