Dijo uno de los más apreciados cardenales de Europa, Christoph Schomborn arzobispo de Viena (Austria): “Este virus cambiará la faz de la tierra. Descubriremos que es pecado adoptar una política de muros, ya que la solidaridad internacional es crucial. Este virus pone en tela de juicio nuestra globalización y da lugar a una gran reflexión sobre nuestro estilo de vida consumista, a nivel personal y social. ¿Es realmente necesario volar a Londres para una compra de fin de semana?; ¿pasar la Navidad en las Maldivas?; ¿participar de cruceros de lujo de hasta 4 mil personas? Renunciar a tantos lujos será doloroso, pero a la larga saludable. La solución de la crisis dependerá de cuán solidarios y disciplinados somos”.