
La hermana Eugenia Bonetti es una misionera de la Consolata, veterana protagonista de la lucha contra la trata de mujeres. Ha sido ella que en 2013 sugirió al Papa la institución de las Jornada Mundial contra la Trata del 8 de febrero, fiesta de santa Josefina Bakhita, una esclava africana liberada y que llegó a ser una religiosa. El 8 de febrero pasado se celebró la sexta jornada mundial y Bonetti pidió a las parroquias “no esconder este problema debajo de la alfombra. Fingimos no ver lo que pasa en la calle. Estamos destruyendo generaciones de mujeres cada vez más jóvenes. Hay chicas que duermen en la calle como trapos; es una vergüenza. Un tercio de las víctimas son menores de edad”. La lucha de la Hermana Bonetti se injerta en la red internacional “Talita Kum”, pero pide a las comunidades cristianas más apoyo. “Hay que formar la conciencia sobre este tema en nuestras comunidades y exigir al gobierno soluciones para estas mujeres, muchas veces extranjeras, que vienen a buscar trabajo y no encontrando trabajo ni alojamiento, terminan en manos de los traficantes”.