Nicolàs Maduro tuvo el cinismo de notificar al Papa de que los venezolanos están abandonando el catolicismo. Según Maduro “ya casi el 40% del pueblo se declara evangélico; antes eran el 3%. La nueva tendencia surgió en los últimos años debido a que los obispos católicos han tomado un rumbo político; la Conferencia Episcopal se transformò en un partido. Utilizan los pulpitos para actuar como militantes y dirigentes políticos, no como pastores de la Iglesia. Hace falta desarrollar un poderoso movimiento cristiano evangélico para fortalecer y elevar los valores morales de nuestra nación”. Mientras tanto la Iglesia Católica es la única voz de los que no tienen voz
frente a la dictadura