
En este último Editorial del año es inevitable darnos una vuelta por los matices y claroscuros de 2019. Sin dejar de mirar al tiempo futuro, seguimos con la misma propuesta desde nuestra fundación, allá por los años noventa. Ayer, hoy y siempre nos hemos ocupado de brindarles insumos para una reflexión que colabore a la asunción de nuevas perspectivas personales y colectivas en favor del discernimiento cristiano con espíritu crítico.
A lo largo de todo el año escribimos columnas sobre la Economía de Francisco, redactamos temas centrales sobre Espiritualidad y ciclos sobre literatura en lenguas indígenas. Realizamos entrevistas a comprometidos actores sociales y pastorales, compartimos notas sobre cultura en clave de derechos y dimos a conocer retratos inspiradores junto a biografías de gente excepcional por su entrega al bien común. Nuestras Catequesis abonan un lenguaje religioso sencillo para que alcance a todos nuestros lectores.
Las noticias que les brindamos día a día se nutren de fuentes poco visitadas en el circuito de los medios de comunicación masivos y por eso mismo, ustedes pueden informarse aquí de acontecimientos casi siempre ignorados. Nuestra opción ha sido visibilizar distintas realidades con un enfoque integral e integrador. Nunca sin el otro y a la luz del carisma dehoniano. Así interpretamos el Sínodo de la Amazonia, el mensaje de Greta, la Iglesia y sus crisis, lo que el Papa nos dice. Por todo ello, asistimos a los hechos sociales y políticos de nuestro continente siguiendo bien de cerca los procesos vitales de la sociedad.
El proyecto Umbrales, siempre divergente, siempre abierto a Dios y cercano al pueblo, subraya la dimensión de la fraternidad que refleja el rostro del Cristo Hermano, cercano, acogedor, generoso. Ese don de fraternidad es lo que queremos ofrecer como revista para la construcción del mundo de hoy como Iglesia en salida. Nuestras páginas quieren ser un estilo de habitar y comprometerse con la justicia y la paz. Por eso, cada línea que escribimos para ustedes es una exigencia de trabajar sobre nosotros mismos. Solamente de esta manera, encontramos el sentido de nuestra Misión.
Muchas gracias a quienes leen Umbrales, a quienes siguen apoyando y compartiendo este proyecto; esperamos reencontrarnos por aquí en Febrero de 2020.
¡Que tengan una Feliz Navidad!
¡Feliz navidad y un venturoso 2020!
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