
¿Cómo y cuándo nace tu vocación a la política?
Sin lugar a dudas la experiencia en la Pastoral Juvenil del 79 en adelante fué muy importante para mi generación, para entender la política no como lo partidario, sino como un responsabilizarse con la sociedad. En el 82 entré en el Seminario y allí tuvimos docentes como Patricio Rodé, Mario Cayota, Martín Ponce, Walter Cancela … la política estaba muy presente en ese momento: la revolución Nicaragüense, la Teología de la Liberación, todo eso tenía para nosotros una impronta muy fuerte, en una corriente de gente que nos vinculámos al tema de la política como un sentido más de responsabilidad con la lucha por la democracia, contra la dictadura. Estaban muy fuertemente vinculados la práctica cristiana y lo político, ahí es donde nace de alguna manera, la vocación a lo político. Después salgo del Seminario y entro a Facultad de Humanidades, viene la época de la militancia gremial estudiantil en la ASCEEP-FEUU, en el 90 me vínculo con la militancia política más sectorial, pero siempre entendí la política más vinculada con la práctica social, barrial, por los derechos …
¿Crees que el laico uruguayo, en general, aprecia y aprovecha los distintos espacios político partidarios, para servir desde allí a sus hermanos, a la sociedad ?
No, el que está metido en las comunidades no ve lo partidario con buenos ojos, lo ve como algo pecaminoso, problemático, o como juegos de poder, y entonces no hay tanta presencia metida en lo partidario. Ahora, si vemos al laicado como responsabilidad y compromiso si, ahí uno ve que está metido. Despúes hay un sector que si, pero es minoritario, mayoritariamente el laicado no se vincula con la política partidaria, tiene una actitud como distante, pero sí hay un núcleo, en los que yo he participado, que si lo hace, pero es una minoría.
Dirigiéndose a los jóvenes, el papa Francisco ha dicho: “la actividad política es un martirio diario, servir al bien común sin dejarse corromper” ¿Que te dice esto a ti?
El mensaje de Francisco apela a esto del protagonismo, entender la política, el hecho político como la virtud del servicio y entendida como la construcción de una sociedad más justa y fraterna, es muy explícito el Papa, entonces pide a los jóvenes que no pierdan el idealismo, que no dejen caer la política en los juegos de poder, la corrupción y todas las cosas que la denigren. Yo creo que para poder ver la utopía de la política no hay que negar los juegos del poder, en los cuáles el cristiano ha de discernir en qué está de acuerdo y en qué no con eso, acá va bien la frase de Jesús “sean astutos como las serpientes y sencillos como las palomas”, lo que el Papa reivindica es la utopía de la política como servicio a la comunidad .
¿Crees que a través del pensamiento y las acciones concretas de las generaciones más jóvenes caminamos hacia un mundo más fraterno?
Cada generación instala nuevos desafíos, por eso uno los ve marchar el 8 de marzo por la equidad de géneros, en mayo por la memoria, a fines de setiembre por la diversidad, creo que los jóvenes se comprometen de manera muy clara con los valores trascendentes, están como pre anunciando una manera distinta de visualizar lo humano con una mayor tolerancia, en algunos aspectos con mucha sensibilidad al tema de la naturaleza. Ahora, no hay una única juventud, hay muchas juventudes.. hay una juventud que está totalmente embelesada por el consumismo, hay una juventud atrapada por la droga, pero sí creo que hay un sector muy importante que le preocupa lo que hace al bien de la humanidad, al descubrimiento de que somos parte de la naturaleza y por tanto al respeto a los animales, etc. Creo que sí, que hay sectores juveniles que abren a la posibilidad de una sociedad mejor, y ahí hablamos del Papa, quién con claridad apela al protagonismo de los jóvenes para cambiar el mundo, para que el mundo pueda ser algo distinto efectivamente.
¿Cómo ves el ambiente hacia las próximas elecciones?
Hagamos votos para que nuestro querido país siga haciendo gala de ser una sociedad tolerante y respetuosa, rica en pluralidad de pensamientos y opciones, también en lo político, que constituyen la base de una verdadera democracia, ¡y que los cristianos hagamos nuestros estos valores en la búsqueda del Bien Común!