
En una charla reciente, organizada en Roma por la Comunidad de San Egidio sobre “los pobres y la Iglesia”, intervino el ahora dominico p. Gustavo Gutiérrez, el reconocido fundador, en 1972, de la Teología de la Liberación.
Estas son algunas de sus palabras: “Mi primera preocupación ha sido siempre el trabajo pastoral. Trabajé en pastoral en un barrio pobre de Lima. El trabajo intelectual y académico no es mi principal ocupación. Yo no he hecho otra cosa que recordar que el Dios de la Biblia es el Dios de los pobres. La Teología de la Liberación ha nacido del compromiso directo con la realidad. Yo nunca fui profesor de teología; he sido cura y párroco. Al centro de esta teología están los pobres que yo he encontrado, es decir los que no tienen derecho a tener derechos. La limosna que ha tenido un espacio excepcional en la historia de la Iglesia ya no va, porqué la pobreza tiene sus causas y a esas hay que atacar. La pobreza sigue presente en el mundo y tiene sus raíces en un sistema económico despiadado. Algunos han dicho que ‘la Iglesia ha hecho la opción por los pobres y los pobres han hecho la opción por las sectas’. Es verdad, pero esto no quiere decir que la opción por los pobres no sea justa y evangélica. Enseñar la teología de la prosperidad es engañar gravemente a los pobres. Lo que pasa es que nos movemos con gran atraso y recién el Papa actual intenta cambiar muchas cosas”. Preguntado sobre las incomprensiones y persecuciones que ha tenido: “Yo amo a la Iglesia que es mi pueblo, mi vida. Para mí escribir sobre teología de la liberación es escribir una carta de amor al Dios en quien creo y al pueblo al que pertenezco”.
¿Qué es ser cristiano? preguntaba en un muy interesante libro Hans Urs von Balthasar…
He aquí la respuesta!
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