ITALIA: PARROQUIA OCUPADA POR INMIGRANTES

«prohibida la entrada a los racistas»

El párroco Massimo Biancalani de un barrio de la ciudad de Pistoia (Toscana), ha puesto la iglesia nueva y la antigua, el salón parroquial, los pasillos e inclusive el piso en el que hasta ahora vivía el párroco, a disposición de 250 inmigrantes. Todos los espacios están llenos de colchones y ropa; hay frigoríficos y dos cocinas que trabajan las 24 horas del día gracias a voluntarios. Todas las puertas están abiertas, pero el barrio protesta contra el cura y la comunidad cristiana se ha reducido drásticamente. El sacerdote afirma “no haber tenido problema alguno con los inmigrantes y haber actuado así obedeciendo al llamado del Papa de abrir las iglesias para ellos, aunque lamentablemente su llamado cayó en el vacío”.