En la diócesis de Saltillo (México) cuyo obispo es Raúl López Vera, los sacerdotes son 104, pero se necesitarían 250. Por eso varones casados, ordenados como Diáconos Permanentes, asumirán la dirección de varias parroquias. Deben tener estabilidad económica y alguna trayectoria apostólica, con vocación de servicio. Presidirán las comunidades, podrán bautizar, casar, hacer primeras comuniones, atender a los enfermos; no podrán oficiar misa ni confesar. La primera tanda preparatoria está compuesta por 25 varones.
que sean elegidos por la comunidad catolica. opino
Me gustaMe gusta