
El visitador apostólico Henryk Hoser, nombrado por el Papa para controlar el aspecto pastoral del lugar, después de un año dio una respuesta positiva. En una entrevista a “Agensir” dijo que “se han dado muchos pasos para una mejor acogida de los peregrinos que crecen constantemente”.
Son tres millones de peregrinos por año; el flujo mayor es en verano, pero hay peregrinos todo el año. Vienen para buscar paz y oración. Desde el mes de mayo la Santa Sede ha dado la autorización oficial a sacerdotes y obispos para que organicen las peregrinaciones a Medjugorje. Esto no significa que se haya declarado “santuario mariano”; el lugar sigue dependiendo de la parroquia local donde trabajan para atender a la gente 13 sacerdotes franciscanos. Menos aún , el Papa se ha pronunciado sobre la autenticidad de las apariciones. El desafío más urgente es el pastoral; hay peregrinos de todo el mundo y hay que acompañarlos en sus idiomas. Lo que se encuentra en Medjugorje es la misa diaria en varios idiomas con la catequesis, el rosario por la tarde, la adoración eucarística y el Vía Crucis tres veces a la semana. Medjugorje es una población de 4 mil habitantes en Bosnia y Herzegovina; allí se venera a María Reina de la Paz desde las supuestas primeras apariciones en 1981.