Los países del Norte siguen explotando las materias primas de los países del Sur, pero les cierran las fronteras para que no entren en sus propios países, después de haberlos empobrecido. Según Unicef en el Congo hay más de 40 mil menores trabajando en las minas, con jornadas de 12 horas por un euro al día. La extracción de Coltán supone además la muerte de dos personas por kilo extraído; trabajan niños y mujeres. Arriesgan su vida, pues si no lo hacen lo mismo la tienen perdida por vivir en la miseria extrema.