
La Iglesia Católica pagó el año pasado un total de 250 millones de dólares en concepto de compensación a las víctimas, pago a los abogados, etc. La mayoría de los abusos (55%) tuvieron lugar antes de 1975; el 41% entre 1975 y 1999; el 1% después del año 2000. Se nota una desaceleración notable, debido a una mayor toma de conciencia y a normas más severas. El 92% de los abusadores ha muerto o ha sido apartado del sacerdocio.