En los debates electorales entre los cuatro grandes candidatos antes de las elecciones pasadas en España, nunca se ha nombrado a la Iglesia. La ausencia de la religión incluso en los programas electorales, es porque se ha convertido en un tema irrelevante. Y eso que parte de la campaña se ha desarrollado en plena Semana Santa. Se habló de eutanasia, aborto, inmigración, desempleo, pero ninguno de los candidatos ni de las propuestas tuvo en cuenta a la Iglesia. Según el CIS el 62% de los españoles se declaran católicos, pero no van a la Iglesia ni se interesan de su doctrina. Sin embargo las obras sociales y educativas de la Iglesia llegan al 10% de los españoles, con 80 mil voluntarios. Según el teólogo español José María Castillo hay una “Iglesia marginal que no se relaciona con la realidad, sino con la representación de la realidad que ella misma elabora para sí, según sus intereses y conveniencias. Si la Iglesia se ha situado en los márgenes de la vida y de la sociedad, ¿cómo podemos pretender desde fuera de la sociedad influir en ella?”.