
El Papa en Bulgaria, dirigiéndose a los hermanos ortodoxos, dijo que hay tres formas de ecumenismo que todos pueden practicar: el de los pobres, el de la misión y, llegado el caso, el de la sangre. Según Francisco la unidad entre los cristianos ya se puede dar, y se da, a pesar de las diferencias teológicas, luchando juntos en favor de los pobres y de los que sufren, anunciando juntos el Evangelio y dando testimonio de vida evangélica y amor fraterno, sufriendo persecución por ser cristianos. Los que persiguen a los cristianos no hacen distinción de iglesias. El mensaje sin embargo no llegó a la mayoría de los ortodoxos, ya que en Bulgaria los ortodoxos no aceptan oficialmente el ecumenismo, no están en el Consejo Mundial de las Iglesias, no participaron del Concilio Panortodoxo de Creta igual que Rusia. El discurso del Papa al Sínodo Ortodoxo no fue televisado. Al acto interreligioso que presidió el Papa con representantes judíos, protestantes, del Islam y de la Iglesia Armenia, ellos no participaron. Un metropolita dijo que se reunían “con el Papa de Roma como jefe de estado del Vaticano, pero no se puede unir la luz con la oscuridad. El Papa quiere unir a todas las iglesias en torno a Roma, pero nadie puede forzarnos en lo referente a una liturgia compartida con él. Seguiremos siempre fieles a la Ortodoxia”.