La revista “Umbrales” nació a fines de los años noventa en los “umbrales” del nuevo milenio y de la “nueva evangelización” proclamada por el papa Juan Pablo II. Quisimos mantener vivo el espíritu del Concilio y de la Iglesia Latinoamericana a los veinte años de Puebla. “Umbrales” quiso ser una revista de información sobre la Iglesia universal y en particular de América Latina; y una revista de formación, en particular para los agentes pastorales (sobre Biblia, liturgia, ecumenismo, misión, Doctrina Social etc.). Quisimos promover una revista de Iglesia, no eclesiástica; una revista católica, no congregacional; una revista sanamente crítica, no piadosa. Advertimos la necesidad de repensar el lenguaje de la Iglesia (cf. editorial del 1º de octubre de 1990) para que fuera profesionalmente serio, pero accesible a todos. Hemos tratado de ser voz no solo de los que no tenían voz, sino también de los que podían hablar pero no lograban hacerse entender con sus prolijos documentos. El espíritu del p. León Dehon, fundador de los Dehonianos, que en tiempos del proletariado naciente se dedicó a predicar la Doctrina Social de la Iglesia, orientó la línea de la revista. En ese marco de apertura, promovimos la opción preferencial por los pobres, la lucha por la justicia y los derechos humanos, el diálogo ecuménico y la misión, el acercamiento a la religiosidad y cultura popular, la promoción de los laicos y de la mujer en la Iglesia, los derechos indígenas y de las minorías, la no violencia y la paz.
Nos duele reconocer, no solo la poca importancia que se le dio y se le da a la pastoral de la comunicación en muchos ámbitos de la Iglesia sino a los mismos temas que tratamos (y que ahora son reivindicados por el mismo papa Francisco a nivel universal). Creemos haber llenado un vacío en tiempos de reflujo. En 2016 hemos tenido que suspender la revista impresa por motivos económicos, pero la seguimos en su página web (umbrales.edu.uy), más actualizada y en continuidad permanente. Publicamos noticias, entrevistas, retratos, artículos de formación, temas de cultura, testimonios, signos de los tiempos.., con el coraje que nos da nuestra pobreza de medios y la participación valiente de un grupo de voluntarios. Nuestro desafío hoy es que esta revista fundada por sacerdotes pase a ser obra cada vez más de laicos, varones y mujeres, que puedan dar un válido aporte sobre todo a los agentes pastorales (curas, religiosos/as, ministros eclesiales, catequistas, maestros y profesores, movimientos de Iglesia, cristianos comprometidos en la sociedad…) no solo de Uruguay sino más allá, aún a través de las redes.
Las nuevas redes sociales abundan de información, de pensamientos ya pensados, pero carecen muchas veces de aportes críticos, de reflexión y profundización. Queremos ampliar el grupo de redactores y colaboradores periodistas; y además ensanchar el espacio de Diálogo Abierto para que todos los lectores opinen. Los cambios actuales en la Iglesia suponen cruzar nuevos “umbrales”, en vista de una Iglesia en salida promovida por este pontificado. Según el papa Francisco, ha empezado “una nueva etapa de la Iglesia” (Evangelii Gaudium nn.1,2,261) en el espíritu del Concilio, de la cual ya no se podrá volver atrás. Ya no se trata de “nueva evangelización”, sino de “volver al Evangelio”. El desafío es ahora una reforma profunda de la mentalidad y de las estructuras de la Iglesia para que esta vuelva a ser como Cristo: itinerante, pobre, cercana al pueblo, samaritana y anunciadora de misericordia. Al comenzar un año nuevo, apelamos a la responsabilidad de todos los laicos católicos de nuestras parroquias para que hagan oír su voz de apoyo al Papa y a los medios que se esfuerzan por presentar en forma positiva el nuevo rostro de la Iglesia.
3 comentarios sobre “(editorial) CARTA ABIERTA A LOS LECTORES”
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Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los na-
dies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto
la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la
buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en
lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los na-
dies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se le-
vanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de
escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la
Liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica
Roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Desde hace mas de 20 años tienen voz salud umbrales
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Muchos años recibí.la revista y la reparti en las comunidades.de Rivera y hasta hoy.la gente me pregunta por la revista .hoy la sigo por internet es muy buena y muy instructiva sus artículos.son muy buenos . La Iglesia necesita escuchar otra palabra otra visión. Así.que vaya mis felicitaciones a todos y adelante!!
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Bienvenida la Esperanza de nuevos Umbrales de pueblo iglesia pobre con bandejas de dones compartidos. A USTEDES feliz Camino!!!.
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