(editorial) Clericalismo

Nos duele lo que pasa hoy en la Iglesia con el mal ejemplo de pastores y maestros en la fe que cuestionan públicamente el magisterio del Papa y demás obispos con acusaciones gravísimas y un lenguaje sobrador e irritante, siempre a espaldas del pueblo cristiano sin voz ni voto. El clericalismo lamentablemente hace parte aún de la cultura tradicional católica y sigue siendo soportado por el pueblo cristiano.
¿Hasta cuándo? Tampoco habrá un laicado maduro mientras subsista el clericalismo. En la famosa carta del papa Francisco al presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, cardenal Marc Ouellet, del 26 de abril del año pasado, el Papa recordaba cómo desde hace 50 años se va diciendo que ha llegado la hora de los laicos y añadía: “pero parece que el reloj se ha parado”.

Una de las “deformaciones más fuertes de la Iglesia”, según el Papa, es hoy el clericalismo que domina en muchas cúpulas eclesiásticas. Dice el Papa: “El clericalismo anula la personalidad de los cristianos tratándolos como mandaderos, coarta las iniciativas y los esfuerzos y las osadías necesarias para la evangelización de todos los ambientes, va ahogando el fuego profético en la Iglesia. El clericalismo está muy preocupado por dominar espacios, más que por generar procesos de crecimiento en el pueblo cristiano”. Todos ingresamos en la Iglesia como laicos, como Pueblo de Dios con el Bautismo; en griego “laos” significa “pueblo” y el bautismo sella por siempre nuestra identidad fundamental.
Nadie ha sido bautizado para ser cura u obispo. Los que también han recibido el sacramento del Orden Sagrado, están simplemente al servicio de este Pueblo de Dios. Por otro lado también el laico se ha desviado de su misión propia en pos de cuestiones intraeclesiales, olvidando que el laico cristiano no es para la Iglesia sino para el mundo. Mientras vemos a clérigos adoctrinar sobre matrimonio, familia y política, los laicos olvidan su tarea al servicio de esas mismas realidades temporales para dedicarse a tareas internas de la comunidad cristiana. También el laico ha padecido un proceso de clericalización y la escasez de curas sirve como pretexto para justificar ese gran contingente humano que pulula en torno a las parroquias, sacristías y salones parroquiales. La promoción de la mujer en la Iglesia no es en orden al carrerismo dentro de las estructuras de poder de la Iglesia, sino de la evangelización en el mundo, procurando despertar ese gigante dormido que es el laicado católico en la sociedad y  redescubrir las potencialidades del sacerdocio común de los fieles. También este clericalismo de los laicos ha sido denunciado por el Papa que pide a los pastores apoyarlos en su compromiso temporal propio. Así declara en forma contundente: “Muchas veces hemos caído en la tentación de pensar que el laico comprometido es aquel que trabaja en las obras de la Iglesia, en las cosas de la parroquia o de la diócesis. Hemos olvidado y descuidado al creyente que se compromete como cristiano en la vida pública. No es nunca el pastor el que le dice al laico lo que tiene que hacer o decir en los distintos ámbitos; ellos lo saben tanto o mejor que los pastores”, por lo que no han de entrometerse.

Un comentario sobre “(editorial) Clericalismo

  1. Hola no me me gusta el clericalismo de los curas, ni el de los laicos. Estos últimos en la edad media dominaron la Iglesia y la dividieron por intereses económicos y políticos. Hoy en día están colonizados por los MCS y REDES, dominan los consejos pastorales y económicos poniendo por encima sus conveniencias partidarias y sectoriales… guay que un obispo, cura, o el mismo Papa se salgan del libreto. Los monseñorinos y otros cardenalitos que están contra el Papa seguramente son instigados por estos «laicos» «defensores de la iglesia»…. Valoración, escucha… pero cada uno en lo que corresponde… no ser INGENUOS. quienes estén en las curias? ¿Los pobres?…

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