Una residencia de ancianos, católica, ha sido multada “por daños morales” y condenada a pagar seis mil euros por no aceptar practicar la eutanasia a una anciana en estado terminal. Ella vivía en la residencia y había solicitado la eutanasia. Según el Tribunal Civil, ninguna residencia de ancianos puede rechazar la eutanasia por objeción de conciencia. El arzobispo de Bruselas salió a defender el centro de ancianos.